Entre tanto la atención de la feligresía se mantenía un tanto irregular al tener el Padre Palacios que encargarse de las ocupaciones que tenía en Santiago. El 7 de Mayo de 1912 el Padre Moisés Lara, vicario de Melipilla, le escribe al padre para pedirle ser capellán de la viceparroquia y así facilitarle su labor. La propuesta expuesta en la carta fue acogida de muy buena manera, escribiéndole al día siguiente para expresar sus agradecimientos ante el abnegado trabajo que realizará. La única posibilidad de acceder a Cartagena para celebrar la misa dominical, era el ferrocarril hasta Malvilla y el resto del trayecto en carreta. En Cartagena se hacía cargo de acoger al nuevo capellán, por petición del Padre Palacios, Don Pedro Moyano, alcalde de la época. Al Padre Moisés, en los meses posteriores, le aquejaron varios malestares que le impedían asistir a la comunidad, lo que le llevó a pedir la renuncia, de la misma cordial manera como pidió la aceptación de la capellanía, el 29 de julio de 1912.
Habían pasado poco más de dos años desde que se escribió por primera vez la solicitud que inquietaba a los vecinos del lugar en tener una parroquia propia. El 19 de julio de 1912, el Arzobispo de Santiago, Monseñor Juan Ignacio González Eyzaguirre, decretó la fundación de la Parroquia de Cartagena a las tres de la tarde, constituyendo al Santo Ángel de la Guarda como patrono. Al parecer el Padre Ernesto Palacios estuvo presente en el momento porque es él quien entrega el detalle de la hora.
Monseñor González determinó que los límites de la parroquia fueran:
-al norte, el estero del Rosario, desde su desembocadura en el mar y el camino particular del Algarrobo, que atraviesa la hacienda del Peral,
-al oriente las más altas cumbres de los cerros del Peral y de la Unión, que dividen las aguas que corren hacia el mar y al estero de Lo Abarca hasta el camino público, enseguida este mismo camino y el de San Antonio,
-al sur, desde la conjunción de los dos caminos a San Antonio, el que va a Malvilla y el que va Cartagena, hasta la cima de la loma que, bajando al mar, forma la puntilla de la Yegua,
-al poniente, el mar.
Después de haber concluido toda la obra, el Padre Ernesto Palacios se encargó de que Cartagena contara prontamente con un primer párroco. Los esfuerzos del sacerdote y de toda la comunidad, por conseguir la asignación de un clérigo estable para la recién creada parroquia, se vieron realizados el día 15 de Agosto de 1912, en la festividad de la Asunción de la Santísima Virgen María. En el Archivo Parroquial se guarda una invitación original que anunciaba para dicho día la llegada del nuevo párroco Pbro. Víctor Barahona Flores.
A las nueve de la mañana del 15 de Agosto de 1912 entró en el templo consagrado al Santo Ángel de la Guarda el Padre Víctor Barahona para consolidar el enorme trabajo de construcción y erección de la Parroquia de Cartagena.